Los merengues consiguieron su décimo segunda victoria consecutiva con facilidad

DIEGO NAVARRO (@diegolza)

El Juvenil A, líder indiscutible con once victorias en once partidos jugados, goleó al Rayo Vallecano por 4–0 en la Ciudad Real Madrid. Los blancos, liderados por la gran actuación de su capitán y jugador más prometedor, Miguel Gutiérrez, se llevaron los tres puntos gracias a los goles de Vassilakis, Álvaro Martín y Aparicio. Sin ser brillantes, pero muy organizados, los dirigidos por Daniel Poyatos apenas tuvieron problemas y siguen sin perder ni un solo punto después de doce jornadas.

Por su parte, el conjunto rayista, anclado en la mitad de la tabla, se encomendó a las manos milagrosas de su inspirado guardameta, José Tomás. Agazapados y al contraataque, los de Vallecas no dispararon ni una sola vez a puerta, pese a las intentonas de su extremo izquierdo, Barroso, quien dejó muy buenas sensaciones en las pocas pelotas que tocó.

En contraste, el portero merengue, Luis, fue un espectador más y su equipo fue lentamente cocinando la victoria. La primera gran ocasión llegó cerca del cuarto de hora de juego mediante un zurdazo cruzado y raso dentro del área de Miguel Gutiérrez. Luego de hilar varios pases alrededor en las cercanías de la portería rayista, el capitán blanco obligó la estirada notable de José Tomás para desviar un balón que se fue a córner tras pasar viendo de reojo el poste.

Diez minutos más tarde, llegaría la apertura del marcador después de un mal rechace de José Tomás a la frontal del área, en lo que quizás fue su único error en todo el partido. El balón le cayó al lateral derecho blanco, Rueda, cuyo tiro mordido se terminó convirtiendo en una asistencia para Vassilakis, quien recibió solo frente al portero del Rayo. El 9 madridista falló en primera instancia ante los reflejos felinos de José Tomás. Sin embargo, el rebote favoreció a Vassilakis, quien esta vez no perdonó a puerta vacía.

El dominio del conjunto local continuó, pero sin perder el orden y con el acierto de Miguel Gutiérrez, cuyos pases y transiciones siempre sumaban al equipo. El Madrid consiguió el gol de la tranquilidad justo antes del descanso luego de una pared cerca del área pequeña entre Álvaro Martín y Aparicio, quien solo tuvo que empujarla. Tras el descanso, Álvaro Martín volvería a ser protagonista para matar definitivamente las pocas esperanzas del Rayo. El mediapunta recibió en la media luna y, con un disparo milimétrico y ajustado al poste, batió a un José Tomas que nada pudo hacer más que estirarse para la foto.

A la hora de juego, Vassilakis cerraría la goleada anotando su segundo del partido tras un buen pase de la muerte de Aparicio. Los blancos no bajaron el ritmo e incluso tuvieron varias oportunidades para marcar más goles. Pero, como durante todo el partido, se encontraron con la muralla de José Tomás, quien evitó una derrota mucho más abultada.

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